“Un aroma es una cápsula de tiempo. Puede invocar a nuestros recuerdos más íntimos y sueños y abrir las puertas de mundos distantes.” Carlos Huber
En estas épocas en las que se lanzan cientos de perfumes al año y ya cualquier celebridad tiene su propia fragancia, se agradece que alguien le dedique tiempo y cariño al antiguo oficio de crear aromas francos e innovadores.
Carlos Huber, mexicano que vive en Nueva York, se ha colocado como uno de los favoritos de la perfumería mundial con Arquiste, su casa de fragancias de nicho.
La marca nació hace cinco años y en ese tiempo, Carlos ha logrado entrar con éxito a tiendas de la talla de Barneys, Printemps, Fortnum & Mason y Liberty London, entre muchas otras, con perfumes inspirados en momentos de la historia en países como España, Japón o México.
Carlos no sólo es talentoso, también es encantador, culto y, por si fuera poco, guapo. Dejemos que sea él quien nos platiqué como llegó al increíble y complejo mundo de la perfumería:
“¿Cómo pasaste de la arquitectura a la perfumería?
Fue un salto manteniendo siempre un pie en el otro lado, porque no corté con la arquitectura. Lo vi como un proyecto dentro de mi carrera como arquitecto y restaurador. Yo trabajaba en Ralph Lauren cuando conocí a Rodrigo Flores Roux (el único perfumista mexicano reconocido en el mundo de la alta perfumería), nos hicimos amigos; siempre me había gustado mucho el perfume y su mundo, desde siempre soy muy sensible a los olores.
Rodrigo me invitó a su laboratorio en Givaudan, y me dijo: “si de verdad te interesa, yo te doy clases, vamos a hacerlo en serio”, y así fue como empecé.
El perfume es un producto cultural, igual que la arquitectura o el arte; había una conexión muy importante con la historia y eso me enamoró. Tanto en la arquitectura como en los perfumes se trabaja con experiencia, ambos hablan de una experiencia corporal en un espacio: el perfume lo llena de una manera y la arquitectura crea el espacio para ese contenido.
Se me antojaba hacer esto; leo mucho sobre historia y encontré un texto que explicaba como la corte francesa se juntaba con la española a mediados del siglo XVII en un pabellón de madera y se critican mutuamente: que si las españolas usaban mucho maquillaje, que si el pabellón construido recientemente olía a madera de pino y a barniz… Ahí me di cuenta que se podían restaurar las experiencias olfativas de esos momentos a través de un perfume. Arquiste se convirtió en algo que no solo es un proyecto de arte.
¿Eres perfumista?
Soy desarrollador de fragancias, no perfumista. Yo desarrollo el contexto histórico, propongo los ingredientes y trabajo con el perfumista para hacer realidad alguna idea de fragancia; ellos son los que construyen las fórmulas.
¿Qué es lo que más te ha gustado de crear Arquiste?
Que me cambió la vida, actualmente me dedico de lleno a las fragancias. Mi carrea de arquitecto está en pausa por el momento, pero no la abandonaré. Me encanta el diseño de un perfume, ser Project manager de mi marca; disfruto ser emprendedor, tener mi negocio, aprender de facturas, producción y de todo lo relacionado a llevar una empresa.
Arquiste me ha hecho desarrollar muchas partes en mi cabeza y ha traído gente maravillosa a mi vida. Quienes trabajan en la perfumería suelen ser gente que tiene un amor por la vida y por la belleza del mundo natural y el arte. Mis perfumes me han permitido viajar a todos los lugares del mundo en los que he lanzado; he tenido eventos en ciudades como Dubai y Ginebra, he ido a Australia y a Japón. Conocí esos lugares desde adentro, no sólo como turista. Esas experiencias con gente local las uso en el trabajo, investigo las culturas más a fondo y luego hago un perfume.
¿Cuáles son tus fragancias favoritas de Arquiste?
Architect’s Club es la que más me gusta en mi, es un perfume que me da mucho placer, me gusta, es adictiva.
De Nanban estoy muy orgulloso, esta fragancia fue seleccionada como una de las cinco mejores a nivel mundial por la Fragrance Foundation EUA. Ese perfume está reconocido a nivel internacional; el proceso de desarrollo fue largo, vimos como funcionaban en la piel los ingredientes. En realidad todos tienen algo que decir, ninguno se confunde con otro; son aromas muy bien armados. No son perfumes que pasan de moda, son atemporales, sus ingredientes se eligen “elegantemente”, con mucho cuidado.
¿Cuál es tu postura ante los ingredientes naturales y sintéticos de los perfumes?
Calidad y sustentabilidad. Me voy siempre por la calidad ya sea en productos naturales o sintéticos; también influye la sustentabilidad, hay que ser responsables de donde vienen esos ingredientes, cómo se obtienen y como afectan a las comunidades que los producen. Prefiero los ingredientes que tengan un reflejo positivo en la comunidad de la que provienen, una constancia de elaboración.
Para mi es importante que el vetiver de Haití siempre sea de la misma calidad, si esta varía, el aroma final va a cambiar.
Este punto es interesante pues el perfume cambia, es una cosa que vive y viene de cosas vivientes. Una fórmula de los años 50 va a cambiar hoy, en principio por las regulaciones de ingredientes y también por las variaciones en cosechas de flores.
En Arquiste nos gusta usar productos naturales, siempre considerando calidad y sustentabilidad; hay ingredientes cuya nobleza viene de la naturaleza.
¿Tu aroma favorito?
El de la gardenia.
¿Por qué te tomó tanto tiempo llegar a México?
Fue una cuestión de timing, no se había dado la oportunidad y ahora estoy feliz de entrar a México con El Palacio de Hierro de Polanco. Hace cinco años no había el mismo mundo de retail que hay actualmente en México y “El Palacio de los palacios” ha ayudado a eso. Ahora ya tengo una plataforma donde presentar Arquiste con el nivel que yo necesitaba. A veces hay que probarse fuera para que nos escuchen adentro.”
Yo sólo les digo que los perfumes de Arquiste son una locura. Yo soy muy de florales y los suyos son fantásticos: Flor y canto, Infanta en flor, Fleur de Louis y Boutonnière no. 7. También Architects Club y Nanban son únicos, además, los nombres me parecen una belleza.
Me da mucho gusto que ya tengamos Arquiste en México. Me despido enamorada de Fleur de Louis.
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