10 tips para cuidar el pelo pintado

Foto: Inoa de L’Oréal Professionnel

20 de junio, 2017

Pintarse el pelo es como un mal necesario para muchas mujeres –como yo–, primero muerta antes que andar por la vida con canas… Ser esclava del tinte es tedioso y además, éste va cambiando conforme pasan las semanas debido al shampoo que usas, al sol y a varios factores mas. Los rubios se opacan y los castaños inesperadamente tienen tonos rojos que no se ven tan bonitos.

¿Por qué desaparece o cambia el color? Básicamente porque el pelo pintado es más poroso que uno normal, lo que significa que absorbe agua con más facilidad y también la deja ir fácilmente; ahí se van las moléculas de color que se “aferran” a cada pelo.

Para evitar que tu tono cambie y se mantenga bien puesto el mayor tiempo posible, aquí te dejo los 10 mejores tips para conservar tu color por más tiempo entre tus visitas al salón de belleza:

Productos especiales: Hay ocasiones en que el shampoo que uses no importa, pero en el caso del pelo pintado, hace la diferencia. Los especiales para cuidar el tinte están formulados con limpiadores más suaves que cuidan el color. Los que no tienen sulfatos, es decir los que no hacen espuma, son más amables con el color que los que sí contienen sulfatos. Si no tienes shampoo especial para pelo pintado a la mano, usa el de tus hijos, los productos para niños son más suaves que los que usamos los adultos.

Tip para el pelo güero: El shampoo de color lila-lavanda neutraliza los tonos amarillentos y feos que van saliendo en rubios, platinos o canos.

Frecuencia de lavado: Es fundamental que dejes de lavarte el pelo diario, entre menos lavadas, menos se degrada el color. Si no corriste medio maratón y sudaste como loca, procura no lavarlo; por lo menos alterna los días, te juro que no pasa nada. Si te estresa no lavarte el pelo diario, usa un shampoo en seco y listo.

Shampoos con color: Si ves que tu tono ha cambiado y todavía faltan muchos días para tu cita en el salón, usa shampoos con color como los de John Frieda, ayudan a que los tonos  no se vean opacos.

Cuídate del sol: Si pasas mucho tiempo al rayo del sol o vas a ir a la playa es básico que apliques protector solar a tu pelo, hay aceites muy ligeros como este de La Roche-Posay, se supone que es para el cuerpo, pero es tan ligero que funciona perfecto para el pelo. Lo ideal es que uses sombrero pues los pigmentos del tinte son afectados por los rayos solares.

No abuses de la secadora/plancha: El calor daña el pelo y eso se nota pues los pigmentos del tinte van desapareciendo; si no puedes evitar usar la secadora, ponte algún producto que proteja del calor extremo. Intenta usar el pelo al natural o explora peinados recogidos como chongos o colas de caballo, así reducirás la cantidad de horas que tu pelo es maltratado por una plancha o cualquier otra fuente de calor.

El cloro y la sal: Cuando estás en la playa, éstos dos elementos maltratan tu color. Para protegerlo, moja muy bien tu pelo con agua de la llave (esto evita que absorba agua de la alberca o el mar), ponte una buena mascarilla y no la enjuagues; puedes re-aplicar si es necesario.

La regla de los dos días: Para que el color recién aplicado se quede en tu pelo y se fije como debe, evita lavarlo durante dos días después de pintarlo. Ya lo dijimos: no pasa nada si no te lavas el pelo diario; nadie se dará cuenta. Cumple este tip especialmente si tienes el pelo castaño o negro.

Baja la temperatura del agua: Hay que aprender a lavarse el pelo con agua tibia o incluso, fría. El agua caliente provoca que la cutícula de tu pelo se abra y se vaya el pigmento…

Hidratación: Dos semanas antes de tu próxima coloración, procura usar una mascarilla buena para el pelo, para que este se fortalezca y no se seque demasiado cuando te pongan el tinte. Ojo: no te laves el pelo el día de tu cita en el salón.

Córtalo: si tu pelo quedó como estropajo después de que te lo pintaste, deja pasar los dos días reglamentarios sin lavarlo y despúntalo, es la mejor manera de deshacerse del pelo demasiado dañado.

Sigue éstos tips y notarás la diferencia en el color de tu pelo entre visitas al salón.