23 de mayo, 2017
Mucho ha tenido que pasar para que lleguen a tus manos lipsticks, rímel y demás productos de maquillaje. La historia empieza desde los egipcios, pasando por el renacimiento, la era victoriana y hasta el nacimiento de la industria cosmética como la conocemos ahora.
Las mujeres de la antigüedad tenían que hacer barbaridad y media para verse blancas o lograr tener los labios rojos. Se aplicaban productos que contenían arsénico, este les iba comiendo la piel poco a poco, entonces se ponían más…
La emperatriz china Wu Zetian, Catalina de Medici y la reina Isabel I de Inglaterra.
Afortunadamente la química avanzó y se logró producir maquillaje en serie que no produce efectos secundarios, checa estos datos:
- Actualmente existen productos de toda textura y tonos; antes había pocos colores: rojo, verde, negro, amarillo, azul y blanco. Los ingredientes que se usaban para producirlos eran naturales e incluían tiza, dióxido de manganeso, carbón, lapislázuli y mina de cobre.
- El rojo lo conseguían con pigmento de cobre mezclado con óxido de hierro y grasa animal o vegetal. También machacaban pétalos de flores y lo usaban para dar color a los labios.
- Además de elementos naturales, como el uso de un insecto llamado quermes, también se usaban minerales extremadamente venenosos, por ejemplo, plomo rojo, cinabrio y sulfuro de mercurio.
- Uno de los ejemplos más refinados de cosméticos viene del Antiguo Egipto, del 1000 a. de C. Las egipcias amaban la química y el maquillaje; mezclaban ingredientes para crear desde hidratantes, lipsticks y blushes, hasta color para uñas. Su técnica más reconocida es el kohl que usaban para delinear los ojos, que era bastante tóxico.
- Antes, los contenedores para maquillaje eran de materiales como madera o vidrio. Arqueólogos han descubierto que esos eran para las mujeres de clases más bajas, mientras que los contenedores de metales preciosos eran para las clases nobles.
- A finales del siglo XVI, los cosméticos eran aplicados en privado, en una pequeña habitación que era estrictamente del dominio de las mujeres. Las más ricas tenían esclavas, conocidas como cosmetae, que las ayudaban con sus rutinas de belleza.
- En el siglo XVI, Venecia era la capital de la moda y el lugar al que los ricos iban a divertirse. Todo tipo de excesos, incluido el maquillaje, eran la moda. La regla era “más es más”; tenían que ocultar los efectos de andar de fiesta toda la noche.
- La italiana Catalina de Médici, esposa de Enrique II de Francia de 1547 a 1559, fue quien promovió el uso del maquillaje y el perfume en la corte francesa, además de una que otra receta de veneno para asesinar gente indeseable…
- En esa época, como en la Antigua Grecia, se usaba el tóxico bermellón para crear el rojo de los labios y el blush de la época.
- La reina Isabel I de Inglaterra (1533-1603) era muy aficionada a los productos de baño con aroma, éstos se guardaban en “sweet coffers” que incluían esencias para que las damas de compañía prepararan el baño de la reina. Después la maquillaban con polvo de porcelana pálida y labios rojos.
- En el renacimiento surgió la idea de que el maquillaje creaba un rostro falso, desde entonces se tiene esa relación de los cosméticos con la decepción de una “cara lavada”. Incluso, en Inglaterra se hizo una ley para “proteger a los caballeros que le proponían matrimonio a una mujer como resultado de sus adornos artificiales”.
- Para finales del siglo XVII, especialmente en Estados Unidos, cambió la forma de pensar debido a ideales políticos y una religión puritana que tenía al maquillaje como inaceptable, aunque una especie de mal necesario. De ahí el origen de la tendencia de un maquillaje natural, el equivalente al “no makeup” actual.
- Años después en Europa, a mediados del siglo XVIII, el rojo fuerte era común. El maquillaje se convirtió en un símbolo de estatus y las mujeres que lo usaban eran vistas como una especie de “it girls”.
- A lo largo de esos años prevaleció una tendencia en el maquillaje que sobrevive hasta el día de hoy: la piel pálida. Antes de que el bronceado estuviera de moda –tendencia que inició Cocó Chanel–, la piel que no era expuesta al sol estaba directamente ligada al estatus social; si eras blanca significaba que no tenías que trabajar en el campo y que eras un ama de casa con servicio a tu disposición.
- China también tiene historia: la emperatriz Wu Zetian tomaba polvo de perla, el cual se creía estimulaba la curación de la piel; también se lo aplicaba en la cara.
- En Francia, ser vestida y maquillada frente a una audiencia fue una práctica pública de las mujeres aristócratas. Fueron las pioneras de los tutoriales o las sesiones de fotos que tenemos ahora.
- Fue hasta 1780 cuando el blush estuvo disponible para comprar en perfumerías francesas. Quien tuviera el dinero suficiente, podía permitírselo. Aunque se sabe que las clases medias sí lo usaban, lo hacían de manera más sutil que las aristócratas.
- Para finales del siglo XVIII, había muchos blushes disponibles y los de origen vegetal eran los más buscados después de que los peligros del plomo y el sulfuro de mercurio eran conocidos por la población.
- En esa época, el blush estaba disponible en pequeños botes de cristal, podía ser aplicado con los dedos, con una brocha de pelo de camello, de pelo de pata de liebre o con una borla, dependiendo de la formulación.
- Para 1850 la producción de cosméticos se había convertido en una auténtica industria nacional en París. Esto marcó el comienzo de una disponibilidad comercial a una escala nunca antes vista.

Caja francesa de oro para maquillaje (1783), propiedad del Metropolitan Museum of Art, NY.
Esto quiere decir que hace tan solo 167 años nació lo que hoy nos obsesiona: la industria del maquillaje. Hay mucha historia detrás de las sombras, lipsticks y cremas que usamos todos los días y que hoy se nos hacen súper normales.